A los derechos que podemos ejercer en Internet se los llama derechos digitales. El acceso a dispositivos (celulares, computadoras, tablets) y a conexiones de Internet también son un derecho humano y a su vez una herramienta que ayuda a niñas, niños y adolescentes a ejercer derechos como el de la educación o el de acceso a información que les permite indagar sobre cómo proteger su salud, divertirse o expresar su opinión.
Además, el acceso a Internet tiene efectos positivos en distintos ámbitos de la vida en la niñez y adolescencia, ya que repercute en el desarrollo de sus habilidades digitales, es decir, entender y saber cómo usar la tecnología, lo que genera mayores oportunidades laborales y económicas en la vida adulta.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho al ocio, al juego y tiempo libre dentro y fuera de internet. Por eso es importante acompañarles para que puedan divertirse de forma segura en entornos digitales.
El derecho a la privacidad es muy importante y muchas veces menospreciado por los y las adultas a cargo de niños, niñas y adolescentes, lo que les lleva a revisar sus celulares y computadoras en un intento de protegerles de los posibles riesgos que habitan en línea. Esta vigilancia, además de atentar contra su intimidad, reduce las oportunidades de ejercer su autonomía e independencia.
Es por eso que es importante fomentar la importancia de la privacidad tanto en Internet como fuera del mundo digital.
